Apenas comenzaba diciembre, un día precioso y soleado nos esperaba… el día elegido por Cristian y Silvia fue especial… Diciembre en sí ya es muy especial, son fechas muy entrañables y cercanas donde la proximidad de nuestros seres queridos es tan necesaria.
Muy temprano llegamos a casa de Cristian, el frío se hacía sentir en Fanzara, y el sol enviada sus primeros saludos a la mañana. Tranquilo lo encontramos, risueño y feliz, rodeado de sus padres y su hermano gemelo. Poco a poco iban llegando el resto de hermanos, sobrinos y cuñadas, todos una piña, felices, muy felices.
Rápidamente nos trasladamos rumbo a Villarreal, donde Silvia y su familia nos esperaban. Una luz dorada se filtraba por la ventana, Silvia estaba preciosa… Su madre y hermana se encargaron de ayudarla con los preparativos, en los que los sentimientos y las emociones fluyeron de forma natural.
La ceremonia se celebró al ladito de donde vive la novia, la Parroquia San Pascual de Villarreal. La comida en los salones princesa de Onda (Castellón), donde las sorpresas y la alegría se sucedieron sin tregua a lo largo de la tarde.