Fria y soleada, la mañana comenzaba sus primeros pasos… Entre entradas, salidas, preparativos, dos personas sencillas y especiales se rodeaban de miradas y sentimientos deseados, queridos. Los minutos y los segundos acompañaban en silencio las sensaciones que se respiraban, sin saber, o tal vez sí, que el destino ya había sido complice de los sueños de Sergio y Neus. El lugar no podía ser mas bonito, la boda en La Masía Les Casotes refrendó la belleza y el aroma del campo, marco inmejorable para disfrutar de un día tan especial. Gracias por hacernos sentir tan importantes, trabajar con personas como vosotros hace que todo tenga sentido.