Un día de boda siempre es especial, las emociones se agolpan y transcurren sin orden, sin pausa… Cada enlace es diferente al siguiente, y eso es lo que más me apasiona de mi trabajo, vivo por y para contar historias reales, historias de vidas anónimas. Vicente y Olga son amigos de casa, una pareja querida y respetada por nosotros, ellos decidieron que fuéramos los fotógrafos de su boda, y claro que nos hizo una especial ilusión. La ceremonia bonita y emotiva en Ribesalbes { Castellón } y la falta de un ser querido en días como este, hace que los pensamientos divaguen en recuerdos. La comida se celebró en un marco incomparable, al lado del mar y acompañados de barcos preciosos, el club Náutico de Castellón, un lugar lujoso y de muy buen comer. Tamayoimatge fotógrafos os desea que seáis muy felices, enhorabuena chicos.